martes, 21 de julio de 2009

Los Verdes insisten en apostar por energías renovables y en trasladar la planta de energía a un lugar con menor densidad de población.

El sábado finalizó el plazo para cumplir las normativas de ruido ordenadas por la UE y “no las obedecemos”, advierten.

El Pueblo de Ceuta. 20/07/09. Si las ordenanzas municipales respecto al ruido obligan a que en las zonas residenciales no se superen los 55 decibelios, los últimos informes, previos a la ampliación de la planta que se está llevando a cabo, sitúan el ruido en la barriada del Ferrocarril en una media de 58. “Eso ya es ilegal”, explican desde Los Verdes que han estudiado el caso. El presidente del partido, Juan Redondo, dice que a pesar de ser zona residencial está considerada como de actividades industriales, por lo que se eleva la permisividad a los 70 decibelios durante el día y 55 por la noche”. El proyecto de ENDESA y los informes previos para obtener la obtención del permiso de implantación de la nueva turbina de gas en el 2007 indican que la empresa cumple con lo exigido en la normativa.

Culpables y soluciones.

“Entonces, ¿quién es el culpable? sin duda el organismo que da el permiso para que sigan ampliándose las instalaciones de la planta con dos nuevos módulos más”. Las organizaciones ecologistas como Septem Nostra alegaron a principios de año contra la nueva ampliación advirtiendo de las “vibraciones y ruidos que aumentan por la noche al ser cuando más electricidad se consume en las viviendas”. Parece que todo ha caído en saco roto y los vecinos ya no saben a quien acudir. “Si a ENDESA le permiten construir no va a tener miramientos para nosotros, deben ser los políticos que no nos hacen caso y además decían que pese a que Medio Ambiente no consentía la ampliación la Ciudad le había dado a la empresa un permiso extraordinario para seguir adelante”, comenta uno de los vecinos. La implantación de los nuevos módulos agudiza un problema enquistado de por sí para el que Los Verdes platean varias soluciones: Desde alejar la eléctrica a una zona con menor densidad de población como puede ser el Tarajal, lugar donde se ubicaba anteriormente, hasta apostar “de una vez por todas y de manera seria por las energías renovables”. Afirman que los grupos ecológicos de la ciudad no dejan de proponer al los gobernantes nuevas ideas tanto para reducir “un consumo desorbitado que va a más” hasta para generar nueva energía como la eólica o la solar “que si existe algo en Ceuta son vientos y sol y aunque haya poco terreno, sí pueden buscarse este tipo de soluciones”.

Y un dato: el pasado sábado finalizó el plazo para que los países de la UE cumplieran las directrices ordenadas por el mapa del ruido. “No lo cumplimos y eso puede significar que nos retiren fondos muy necesarios y nadie lo tiene en cuenta”.

Sea quien sea el culpable “que viva un día con nosotros para darse cuenta”.

Hay que remontarse a 1995 para recordar que la puesta en marcha del proyecto de las viviendas sociales vino de la mano de un gobierno tripartito formado por el PSOE, Ceuta Unida y Futuro y Progreso de Ceuta, liderado por éste último con Basilio Fernández como presidente de la Ciudad. “Fue entonces cuando no debió contarse con ese terreno si las previsiones de necesidad de energía se saben, iban a ser superiores y ENDESA requerió posteriores ampliaciones”, explica Redondo. Pero en la actualidad, las responsabilidades deben buscarse en los actuales gobernantes. Los vecinos les piden sea quien sea el culpable, viva un día en la barriada. “Entonces hará algo”.

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